De la tierra al cielo, la belleza de este corredor se expresa en cada uno de sus destinos. Chañaral, Copiapó, Coquimbo, El Salvador,
La Serena, Ovalle, Vallenar, Vicuña y la
Isla de Pascua integran el pintoresco Norte Chico. El desierto deja paso a los verdes valles hasta llegar a hermosas y amplias playas junto al mar. A estos paisajes los acompaña un clima privilegiado la mayor parte del año, que no sólo se disfruta en los distintos balnearios sino que también permite desarrollar una importante actividad astronómica.
Políticamente incluye las regiones de Atacama (III) y Coquimbo (IV). Cerca de Chañaral hacia el norte se encuentra el parque nacional Pan de Azúcar que protege una singular colonia de pingüinos Humboldt. Hacia el este de esa localidad, funciona la mina de cobre de El Salvador, que también explota oro y plata.
Dentro de la región de Atacama, se suman dos áreas protegidas: el parque nacional Nevado de Tres Cruces y el parque Llanos de Challe. Y casi en el límite con la IV Región, está el Nevado Ojos del Salado, que con 6.893 metros, además de ser el volcán activo más alto del mundo, es el cerro de mayor elevación en Chile.
La Serena es la perla de las playas que baña el Pacífico, junto a otras como Bahía Inglesa, Los Vilos y Pichidangui.
El
Valle del Elqui atesora mágicos lugares, como el poblado de Pisco Elqui, donde nace el famoso aguardiente chileno, y Vicuña, cuna de la poetisa Gabriela Mistral, premio Nobel de literatura en 1945.
En esta zona uno puede quedarse extasiado mirando el cielo más diáfano del cono Sur. Aquí se sitúan los prestigiosos observatorios astronómicos de La Campana, La Silla, Comunal Cerro Mamalluca, El Tololo, Cerro Morado y el European Southern Observatory.
La buena infraestructura, los servicios y los medios de comunicación proporcionados por los principales centros urbanos invitan a los visitantes a conocer los fascinantes atractivos de este corredor chileno.