Siempre se ha dudado de la fecha exacta de la fundación de Valparaíso. La mayoría de los historiadores sostiene que fue en la década de 1530, cuando Juan de Saavedra llegó a la bahía de Quintil. En ese momento comienza a emerger esta ciudad.
El nombre original del territorio era Valle del Paraíso, debido a la admiración que provocaban los encantos naturales de la región a los visitantes que provenían de otras latitudes.
A comienzos del siglo XIX, Valparaíso comenzó a tener mayor protagonismo y notoriedad pública por ser un importante enclave dentro de las rutas que comunicaban Europa con la costa del Pacífico a través del Cabo de Hornos, gracias a su puerto de gran calado.
Inmigrantes ingleses, alemanes, franceses, yugoslavos, además de los españoles, comenzaron a llegar a las costas de esta pequeña gran ciudad. Estos visitantes fueron los que le dieron la particularidad a la urbe que conforma Valparaíso. Se produjo un crecimiento con características particulares en las viviendas erigidas sobre los cerros y en los medios de transporte para comunicar los distintos puntos de la ciudad. Pasajes, escaleras y ascensores fueron creados para transitar por Valparaíso.
La ciudad tuvo su momento de prosperidad hasta principios del siglo XX, cuando fue azotada por un terremoto que la destruyó casi por completo. Con la apertura del canal de Panamá, el tráfico marítimo comenzó a interrumpirse y empezó el decaimiento de la ciudad.
Gracias a su historia, arquitectura y diversidad cultural, la UNESCO la declaró “Patrimonio de la Humanidad” el 2 de julio de 2003.
En la actualidad es la capital legislativa de Chile, además de ser sede de cuatro universidades tradicionales. En el sentido turístico, es considerada “La Joya del Pacífico” por el encanto natural y la historia que la rodea. Fue inspiración de renombrados artistas plásticos, escritores y poetas.