Paseos y excursiones:
Rodeo al General Carrera
Mónica Pons Jorge GonzálezCada población ribereña, por mínima que sea, tiene su característica propia y todas, en conjunto, componen un circuito con propuestas excelentes en medio de la naturaleza.
Si se sale de Chile Chico hacia el oeste, es posible rodear el lago General Carrera por un camino de montaña que bordea cada accidente geográfico sin perder de vista el espejo lacustre. Se llega así a Puerto Ingeniero Ibañez, localidad que en los últimos años ha tomado fuerza turística por las bondades de sus reservas naturales aledañas.
Salimos en nuestro vehículo desde Chile Chico y en el primer tramo fuimos encontrando varios pueblitos menores pero muy pintorescos y varios lodges y hosterías desde donde se organizan salidas de pesca y trekking. Seguimos hasta Puerto Guadal, una pequeña población con una hermosa playa de arena, aguas algo más tibias y que en verano es un balneario muy apetecible.
Un poco más adelante, Puerto Bertrand tienta para quedarse a descansar y dedicarse a pescar con mosca en el lago del mismo nombre y hasta la naciente del río Baker. En la unión de los lagos Carrera y Bertrand, un mirador nos dejó con la boca abierta. Contemplamos ambos lagos y el paisaje en silencio y continuamos por un desfiladero y luego nos internamos en un bosque de especies nativas: coihues, lengas y ñires. Otro mirador, el de Cordón Contreras, fue igual de impactante.
Seguimos adelante por la ruta de ripio, o mejor dicho un consolidado con una consistencia similar a la sal gruesa comprimida, siempre angosto, con sectores de cornisa y de montaña.
Una vez sobre el tramo de la Carrera Austral que nos llevaría hasta Puerto Murta, nos dejamos llevar por la geografía agreste de esta parte de la Patagonia chilena. Cuando llegamos a Puerto Río Tranquilo, nos interesamos por las excursiones en lancha hasta las Capillas de Mármol sin dejar de visitar este pequeño poblado de pocos habitantes pero con el encanto de su sencillez.
Continuamos el camino para Puerto Murta siempre con la compañía del General Carrera a nuestra derecha. En ese punto recorrimos su bahía, el valle y sus montañas y nos dimos cuenta de la gran vida turística que detentan sus actividades náuticas.
Desde allí y para llegar a Puerto Ibañez, la Carretera Austral se desvía de la costa y nos quedamos sin conocer dos pueblos abandonados: Puerto Cristal y Puerto Venado, que en otra época tenían una importante población activa dedicada a la minería.
Puerto Ingeniero Ibañez nos recibió con gran afluencia de público, ya que ofrece varias excursiones interesantes hacia los saltos del río Ibañez, la península Levican y el cerro Castillo con sus nieves eternas y vestigios de la cultura tehuelche. Para completar la vuelta, tomamos el servicio de barcazas que nos permitió cruzar a Chile Chico. El trayecto es recto y sigue la línea imaginaria del límite internacional con Argentina. Ambas poblaciones son fronterizas y conectan con las localidades argentinas de Palavicini y Los Antiguos, respectivamente.
Dimos fin a nuestro periplo que tenía como finalidad circundar el lago General Carrera del lado chileno y conocer sus poblaciones, muchas de las cuales, en otros tiempos, solo se conectaban por agua. Nos queda para otra ocasión hacer lo mismo del lado argentino, con la otra parte del espejo lacustre: el lago Buenos Aires.
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