Paseos y excursiones:
Paraíso termal
Karina Jozami Karina JozamiRecorrimos Liquiñe y Coñaripe, localidades de la comuna de Panguipulli, que concentran la mayor riqueza de aguas termales en el sur de Chile.
Salimos de Panguipulli a Liquiñe, distante 55 km, por un camino de montaña de ripio consolidado. Pasamos por la laguna artificial Pullinque y seguimos bordeando las laderas tapizadas de vegetación, típica de la selva valdiviana. Nos cruzamos con el micro rural que recorre todos los días desde Coñaripe a Panguipulli la misma ruta. Tomarlo es una experiencia aparte que nos acerca a la vida de campo del lugar. El verde vibrante de los pastos húmedos se quiebra con los pequeños sembradíos de las fincas agricultoras.
Cuando llegamos al cruce de la ruta 20, nos desviamos unos cuantos metros por la calle Guido Beck Rambergue, avenida central de Coñaripe, para probar las exquisiteces de la panadería de Elizabeth. El kuchen de fruta es su especialidad y fue el gran protagonista la temporada pasada, cuando realizaron en Coñaripe una tarteleta gigante de 54 m, todo bajo el mando de Elizabeth.
<3_Der>Seguimos camino, equipadas con ricas provisiones, atravesando el río Llancahue que desagua en el lago Pellaifa. Antes de divisar este espejo de agua, descendimos por la cuesta de los Añiques, una hermosa galería natural muy tupida que juega con las curvas y contracurvas hasta sorprendernos con el lago.
Llegamos a Liquiñe, privilegiado rincón que concentra junto a Coñaripe más del 30% de todos los centros termales chilenos.
El alto nivel de actividad volcánica y la falla de Liquiñe-Ofqui, que se extiende en forma paralela a la cordillera desde el volcán Llaima hasta el volcán Hudson, son los principales causantes de esta región termal. La lluvia y la nieve derretida se filtran por sus grietas y llegan hasta las lagunas subterráneas del cordón de fuego, elevando así su temperatura y propiedades minerales.
Los trece centros termales de Coñaripe y Liquiñe representan el mayor complejo termal de Chile. Ofrecen, con diversas infraestructuras y servicios, todo el encanto natural y las cualidades terapéuticas de sus aguas. Sólo tiene que elegir entre un spa o una poza natural para relajarse.
Con la idea de conocer las distintas propuestas, emprendimos este pequeño tour termal.
Relax en la naturaleza
Pasamos Liquiñe y seguimos 7 km más por un camino que bordea la cordillera hasta llegar a las termas Carranco. Estas termas poseen aguas fosforadas a una temperatura promedio de 35°. El pequeño y rústico complejo cuenta con 2 piletas y un baño de vapor natural enmarcados en una frondosa vegetación. Buena propuesta para acampar y disfrutar de los beneficios termales, brinda 30 parcelas para carpas y una antigua casa forestal restaurada con 6 habitaciones.
En la temporada estival, instructores de watsu frecuentan el complejo para ofrecer esta terapia termal que cada vez logra más adeptos.
Rincón familiar
Desandamos camino hasta el desvío del puente Liquiñe, y recorrimos1 km más para llegar a las termas de Manquecura. Este emprendimiento familiar, dirigido por Alberto Manquecura, fue uno de los primeros en la región. En plena tarea de refacción, la próxima temporada ofrecerá una nueva piscina que se sumará a las otras dos, las duchas y el barro termal.
Más de 200 personas concurren todos los veranos a Manquecura, que tiene una capacidad de 16 cabañas y 25 sitios de camping.
A orillas del Aihué
En Coñaripe, dentro del Parque Nacional Villarrica y en el sector conocido como Los cajones, se encuentran las termas de Vergara. Para llegar hay que pasar por el río Llancahue, donde se practica rafting y pesca con mosca, además de cruzar por algunas partes del sendero de Chile, un proyecto para cruzar el país trasandino haciendo trekking.
Los Vergara decidieron dejar un poco la actividad forestal para incursionar en las termas. Al borde del río Aihué se pueden disfrutar tres piscinas termales al aire libre y una techada. Además, ofrece tinas de madera graduadas a temperatura que alcanzan los 45°.
Magia en el ambiente
Un kilómetro más adelante, pasando las termas de Vergara, están las termas Geométricas. A
1.000 metros de altura, este complejo se ubica sobre el curso del río Aihué que baja por la quebrada.
Las pasarelas se internan en la montaña y van descubriendo a uno y otro lado 26 piscinas, de las cuales sólo se utilizan 17 para inmersión. Las demás, con 86° promedio, regulan la temperatura del resto por sistemas de compuertas y exclusas. De este modo, el agua es puramente termal porque sólo se enfría con el ambiente.
La construcción armoniza perfectamente con el paisaje. La atmósfera tranquila y distendida se transforma cuando empieza a oscurecer y se encienden las 300 velas que rodean las piscinas e iluminan todo el lugar. Sólo hay que imaginarse la magia de las noches de verano en la montaña, en las termas, mirando las estrellas.
Contacto
Termas Geométricas
Cel: +56 974771708
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