Paseos y excursiones:
Parque termal Menetúe
Ya sea por un día de desconexión o una estadía en sus cabañas, este refugio termal garantiza calma y renovación total.
Las Termas de Menetúe constituyen un refugio natural en el que las aguas cálidas que fluyen de la montaña permiten internarse en un mundo fascinante. Ubicadas en el kilómetro 30 del Camino internacional Pucón - Curarrehue, a tan solo 35 km de Pucón y unas dos horas desde el aeropuerto de Temuco, son un destino accesible y perfecto para quienes deciden beneficiarse con sus propiedades naturales.
La tranquilidad y el sosiego se perciben desde el mismo momento en que se ingresa al predio. En recepción, tuvimos una cálida bienvenida y obtuvimos información acerca de la manera más eficaz de tomar los baños. En el recorrido, entre flores y árboles nativos, distinguimos cada una de las piscinas y su principal incentivo.
Con la presencia de un sol agradable, iniciamos el día disfrutando de las dos piscinas al aire libre enmarcadas en el paisaje nativo y con atractivas caídas de agua. Sentados sobre el fondo de piedra, nos quedamos un rato largo observando el entorno para permitir que la tibieza del agua invadiera nuestro cuerpo.
Antes de continuar el circuito, descansamos en unos cómodos sillones de madera, para luego pasar a una de las piscinas cerradas. Al fondo, una chimenea encendida daba calidez al ambiente; luego de tomar nuestro baño de inmersión, estuvimos un tiempo largo a su lado en una de las sillas dormilonas. Deseábamos quedarnos allí sin movernos, con la vista perdida en la naturaleza que, a raudales, se dejaba ver a través de los grandes ventanales vidriados.
El complejo termal se complementa con un sector de tratamientos alternativos (masajes, fangoterapia facial y corporal) a cargo de especialistas. También se toman baños en tinas individuales y pozones con distintas temperaturas. Se recomiendan especialmente para afecciones de la piel, el reumatismo y la mala circulación sanguínea. Además, cuenta con un sauna y un jacuzzi externo.
Todo el parque se desarrolla en ambientes exquisitos, de gran calidez, asociados a la vida sana, en calma, para que los visitantes renueven sus energías vitales. Hay un restaurante muy bien servido, con una carta con exquisiteces regionales y buena atención. Aparte, a orillas de la laguna Ancapulli, las cabañas insertas en el bosque nativo ofrecen estadía para quienes decidan pasar unos días de vacaciones en este paraíso natural.
Para quienes deciden hacer actividades más aventureras, además de descansar, Menetúe ofrece actividades complementarias como trekking, mountain bike, pesca con mosca en la laguna privada o excursiones en kayak y rafting; también se organizan salidas al volcán Villarrica.
A nuestro regreso a Villarrica, nos sentíamos gratificados por una jornada excelente en la que premiamos nuestro cuerpo con las beneficiosas aguas termales de este apreciado rincón del sur chileno.
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