Paseos y excursiones:

Una isla de vida

El cerro Ñielol es un frondoso rincón muy cercano a la ciudad. Además de proteger su diversidad biológica, esta área protagonizó uno de los hechos históricos más representativos de la región.

A solo cinco cuadras del centro comercial, el cerro Ñielol es un verdadero refugio que invita a contemplar la ciudad desde sus miradores, respirar aire puro y recordar la historia de la región. Dentro de la reserva natural, que comprende 89 hectáreas, se levanta este cerro que alcanza 335 m.s.n.m. Es uno de los clásicos paseos tanto para los visitantes de Temuco como para los residentes.

El área silvestre protegida fue creada oficialmente como Monumento Natural Cerro Ñielol en 1939, y es administrada por la Corporación Nacional Forestal (CONAF). En 2021 fue reconocida como parte de la Reserva de la Biosfera Araucarias, reafirmando su valor ecológico y cultural.

Rincón Verde

Esta auténtica isla de flora y fauna autóctona conserva uno de los últimos bosques nativos de la depresión intermedia del valle centro-sur de Chile. Los lingues, laureles, raulíes, coihues y robles forman un espeso follaje donde florece la flor nacional, el copihue, que tiñe de rojo los senderos de primavera.

Las condiciones climáticas templadas de la zona central y la humedad proveniente de la selva valdiviana favorecen la gran biodiversidad. En el cerro habitan bandurrias, tiuques (chimangos), zorros y el singular monito del monte, el marsupial más pequeño del mundo, el cual se encuentra en estado vulnerable.

Uno de los atractivos naturales de la reserva es la laguna Pilhue, a la que se puede acceder por distintos senderos habilitados para trekking y observación de aves. En el área recreativa también hay zonas de picnic, miradores y juegos infantiles, especialmente pensados para las familias locales y visitantes.

Finalmente, en uno de los miradores que ofrece el cerro Ñielol se puede contemplar una imponente panorámica de todo Temuco. En este lugar, conocido como Patagua, se erigen cinco chemamulles (estatuas de madera) que conmemoran el Parlamento de 1881, encuentro histórico entre autoridades mapuches y representantes del Estado chileno. Este acto simbolizó un acuerdo de convivencia que dio origen a la fundación de la ciudad y marcó el fin de los enfrentamientos en la zona.

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