Paseos y excursiones:
Sagrado Caulín
En su viaje por los cielos del sur, una gran diversidad de aves migratorias eligen la bahía de Caulín como refugio, dando vida a un verdadero paraíso ecológico.
Entre el puerto de Chacao y la ciudad de Ancud se encuentra la bahía de Caulín, un singular lugar de la costa este de la isla de Chiloé que sirve de hábitat a una gran variedad de aves. Se destaca por su gran humedal intermareal, que alberga una gran biodiversidad que permite la alimentación de varias especies de aves. Esto genera que se destaquen en los cultivos de ostras, además de artesanías típicas de la zona.
La hermosa playa se extiende al bajar la marea e invita a dichas aves, de diferentes especies, a realizar un alto y descansar en su derrotero migratorio. De esta manera, los visitantes que llegan hasta la bahía pueden observar un espectáculo natural de colorida belleza.
Una perfecta convivencia
Cada año, en distintas estaciones, más de 60 especies marinas pueblan Caulín.
Entre las aves que se destacan están los cisnes de cuellos negros, que en verano alcanzan una población de 1.500 ejemplares, y los flamencos rosados, que en otoño e invierno llegan a los miles. También los acompañan los zarapitos, ralladores (ambas aves playeras, que se diferencian por sus picos llamativos), diversas clases de patos, garzas y gaviotas que animan constantemente la costa.
En este entorno, los pobladores de la tranquila comunidad de Caulín desarrollan su actividad de agricultura y pesca aprovechando los recursos naturales y estableciendo una interrelación directa con el medio ambiente. Por esta razón, el lugar fue declarado Santuario de las Aves, lo que llevó a Caulín a ser parte de la Red Hemisférica de Reservas para Aves Playeras (RHRAP), lo que resalta su importancia en el continente.
Cada año en enero se celebra la Fiesta del Santuario de las Aves, y en noviembre la fiesta de las Aves Migratorias, la cual ofrece actividades ambientales, con avistamientos y distintas ferias, mezclando lo cultural con lo ecológico.
En Caulín, los habitantes combinan agricultura, pesca artesanal y turismo comunitario, ofreciendo rutas culturales, hospedajes familiares y experiencias gastronómicas que conectan a los visitantes con la naturaleza. Además, el pueblo comparte sus tradiciones, mostrando artesanías de la cultura huiliche y celebrando eventos como "la mariscada", cuando el mar se retira y la playa se llena de frutos del mar que sirven para preparar platos típicos como el curanto.
De esta manera, con las costumbres y paisajes que Caulín ofrece podemos ver el claro ejemplo de una convivencia armónica entre lugareños con la avifauna y demás animales autóctonos.
Vea también: Hoteles en Ancud y otros alojamientos© 2007-2025 Prohibida su reproducción total o parcial. Derechos de Autor 675243 Ley 11723


